Hoy en día, el email es uno de los canales más importantes para conectar con la gente en Internet. Tanto si se trata de email marketing a clientes actuales como si es correspondencia entre equipos internos o comunicaciones del personal de ventas con clientes potenciales, tu reputación como remitente (o, lo que es lo mismo, la reputación de tus emails) debe ser una prioridad.
Tal reputación es un factor importante que los proveedores de servicios de buzones de correo electrónico, como Gmail de Google, Microsoft Outlook o Yahoo Mail, utilizan para evaluar la credibilidad de tu organización y sus mensajes. Cada proveedor tiene su propio algoritmo complejo que sigue y actualiza tu reputación como remitente, la cual se adscribe tanto a tu dominio como a tu dirección IP. Los servicios de reputación de email te ayudan a controlar y poner a punto tu reputación para optimizar la entregabilidad de tus correos.
¿Te gustaría recibir información en tiempo real sobre la entregabilidad de tus emails? ¿Te preocupa caer en trampas de spam? Los mejores servicios de reputación de email registran e indexan cada acción realizada con respecto a tu mensaje, lo que te permite tener una comprensión exacta de lo que ocurre con él. Los logs se pueden conservar hasta 30 días, lo que te da la capacidad de analizar los detalles del email enviado para diagnosticar problemas y detectar tendencias.
En función de tus programas de email y de cuántos correos envíe tu empresa cada día, tu estrategia en cuanto a tu dirección IP podría ser muy diferente. Los servicios de reputación pueden ayudarte a gestionar y optimizar la reputación de tu dirección de forma adecuada. Enviar más de 50 000 emails por día normalmente es sinónimo de que deberías usar una dirección IP dedicada, mientras que si envías menos de 5 000, para proteger tu reputación puede ser mejor una solución de IP compartida (con otras empresas).
Es posible que tu empresa tenga un programa de email para los correos corporativos, los de marketing, los de ventas y los que envías a tus clientes. Una forma de mejorar tu calificación como remitente y proteger la reputación de tu dominio y tus emails es emplear un dominio de nivel superior y una dirección de email diferentes en cada una de estas líneas de comunicación. Con los servicios de reputación, los administradores pueden crear y gestionar múltiples dominios o subdominios de forma muy sencilla y utilizar cada uno de ellos para cada finalidad.
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Los servicios gestionados y de reputación de email de Mailgun te permiten seguir los registros desde tu propio panel de control y te asignan un experto personal de emailing que se encarga de supervisar proactivamente tu reputación como remitente. Ponte en contacto con nosotros para descubrir cómo Mailgun puede mejorar la entregabilidad de tus emails.
Desarrollar una reputación positiva como remitente no es una ciencia exacta. Como la mayoría de las cosas, no es algo que se haga de la noche a la mañana. Cuando hablamos de esta reputación, nos referimos a la combinación de dos cosas: la reputación de las direcciones IP y la reputación de los dominios. Aunque existe cierto solapamiento entre ambos conceptos, hay varias diferencias clave.
En primer lugar, las direcciones IP identifican al equipo o servidor de email que utilizas para enviar correos y acceder a internet. Las direcciones IP son únicas e identifican inmediatamente al usuario o grupo de usuarios. El nombre de dominio es parte de la dirección de email desde la que envías mensajes a otros usuarios.
Hacer mantenimiento de tus dominios y direcciones IP y enviar únicamente emails legítimos debería conducir a una buena calificación como remitente. Sin embargo, por desgracia no siempre es así. Si llegas a tener un problema de virus en alguno de tus correos o envías algún email no deseado, los usuarios pueden notificar que tus mensajes son spam y bloquearlos. Si este problema se produce más veces, puedes acabar en una lista de bloqueo de direcciones IP, lo que supone un peligro para la entregabilidad de tus emails.
Tu reputación en línea es como una calificación de crédito: una buena valoración como remitente te da acceso a clientes reales y potenciales, mientras que los dominios y direcciones IP que sean repetidamente marcados como remitentes de correo no deseado suelen acabar clasificados como fuentes de spam o, aún peor, en una lista de bloqueo.
Además, como s컞 en las calificaciones de crédito, alcanzar una reputación en línea sólida y una buena valoración como remitente lleva tiempo. Al igual que nunca se te ocurriría contratar diez créditos en una mañana, no te interesa empezar enviando cantidades extremas de email desde el primer día.
La reputación de tu dominio se ve afectada por factores como la edad del dominio web, la categoría del dominio, el sector al que pertenece (por ejemplo, entretenimiento, estilo de vida, comercio electrónico, etc.), así como enlaces y conexiones con otros dominios y sitios web. La utilizan proveedores de servicio de correo electrónico, como Gmail, para determinar si el mensaje debe entregarse o no.
Cuando usas un servidor de correo electrónico o un proveedor de servicios de envío de emails, agregas registros DNS a tu dominio, de modo que cada correo que envíes provendrá de tu dirección de correo electrónico.
El proveedor de servicios de internet o el programa o cliente de email del destinatario verifican tu reputación de remitente antes de autorizar la entrega.
La reputación de tu dominio determina si tus emails llegan a la carpeta de spam o a la bandeja de entrada.
La reputación de tu dominio es solo una parte de la ecuación. Cuando se trata de la entregabilidad de los emails, también entran en juego otros factores:
Crear una reputación sólida como remitente no se hace de la noche a la mañana, lo que justifica aún más la necesidad de revisar tus informes de puntuación como remitente y hacer ajustes si detectas bajadas. Si utilizas un proveedor de servicios de envío de emails para gestionar tus mensajes, ya vas un paso por delante: los Servicios Gestionados de Mailgun, por ejemplo, supervisan tu reputación web de forma activa y ofrecen tácticas concretas para proteger o mejorar tu buena reputación. A veces basta con una acción puntual, como hacer un ajuste en la infraestructura de envío. En otras ocasiones se necesita una solución continua, como ajustar las líneas de asunto de tus campañas de email y hacer mantenimiento de tu lista de contactos para evitar spam traps comunes. Estos pequeños cambios puede tener un impacto enorme.
OTRAS FUNCIONES
Mailgun ofrece todo un conjunto de funciones para las empresas que busquen servicios de reputación gratuitos para sus emails.
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